Bueno, hoy voy a narraros una curiosidad que me ha vuelto a pasar mientras curraba en correos.
No tengo ni idea de como funcionara el subconsciente y que hará para procesar toda esa barbaridad de información que recibe cada día, ni idea, lo que si que se es que lo que me lleva pasando un par de fines de semana es una autentica CAGADA del subconsciente.
Atentos al loro, la cosa fue así, hace un par de sábados, mientras repartía cartas por el barrio 215 de Gandia(no, no hay 215 barrios o mas en Gandia, se dividen por secciones 100-1xx sección 1 y de 200-2xx sección 2) llegue al portan 106 del paseo germanías y llame a varios timbre como de costumbre, pasados unos instantes empezó la típica conversión entre cartero y señor/señora que puede que reciba cartas:
Yo -Piiiii Piiiii
Sr. -¿Quien?
Yo - Un café con leche
Sr. - ¡¿Quien?!
Yo - Perdón... el cartero señor, el cartero
Como habéis leído, yo flipe, lo pero es que en el portal 104 (el siguiente) también quise pedir mi café con leche, y queréis oír algo aun mas raro, este finde me volvió a pasar, y además en el mismo portal, yo flipando el colores por que casi volví a pedir un café con leche.
Esto es para que veáis como es mi día día.... un sin vivir vamos.
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4 comentarios:
bieeen! anécdotas del curro, me encantan este tipo de entradas, la mayoria de los blogs a los que soy asiduo tratan de eso.
Yo siempre quiese escribir sobre trabajo, pero esque soy un vago y no tengo :P
Jajaja, es la tipica escena de comedia absurda... como el de la madalena de nuestro enloquecido Andres Pajares.
Ayyyyy.......si me he podido reir!!!Jajaja....ojalá los carteros que llamen a mi timbre tngas esos lapsus xq pasaría un buen ratillo! y tú céntrate un poquillo y si no, a la próxima aprovechas y como acompañante a ese café con leche te pides una tarta de manzana....a ver si cuela!
Menos mal que tu subconsciente sólo quiere un café con leche.
Si el subconsciente llega a tener ansia de sangre...
-¿quien?
-Voy a matar a tu suegra.
-¿¿¿Como???
-Emmm, Cartero...
Por cierto, si te piede tu submente un café con leche, dáselo, no se lo prohibas.
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